"Queremos aprovechar este acto de constitución del Partido Socialista Popular en Argentina para rendir un homenaje militante al primer y más grande legislador socialista de América, el inolvidable y siempre presente Alfredo Palacios.
Nosotros venimos a esta conjunción de socialistas no a enseñar; venimos a aprender el socialismo, pero por sobre todo venimos a hacer el socialismo.
La creación del Partido Socialista Popular en Argentina es la respuesta madura, reflexiva, conciente y revolucionaria a la opresión y al vejamen que padece el país debido a la existencia de la dictadura mercenaria y sus mandantes: el imperialismo yanqui y el privilegio nativo. La respuesta de la juventud es la concreción de este Partido Socialista Popular.
El Partido que se crea es Socialista, porque basa su ideología en la obra de aquellos gigantes del pensamiento que descubrieron el mecanismo del capitalismo y las vías de superación. Estos gigantes del pensamiento son Carlos Marx, Federico Engels y sus continuadores. El marxismo no está perimido, lo que está perimido es el imperialismo, lo que está perimido es el capitalismo, derrotado en todos los continentes por la lucha heroica de los pueblos como el de Vietnam.
El Partido que se crea es Popular porque su objetivo central es la organización de la clase trabajadora y de las grandes mayorías nacionales para una lucha sin cuartel contra el imperialismo, contra la oligarquía vacuna y contra el privilegio que es el aliado de la penetración imperialista en esta tierra. El camino y el destino del accionar de este Partido es al lado de las masas, consustanciándose con ellas. Por ello, tengan absoluta conciencia los gorilas de derecha y los seudo gorilas de izquierda, que el Partido Socialista Popular en forma irreversible, jamás se alineará en una nueva Unión Democrática.
Por último debemos entender claramente que lo que se constituye es un partido político, porque como lo dijera Carlos Marx, toda lucha de clases es en definitiva una lucha política. Y enten-demos, y así lo haremos, que la política se hace en la masa y con las masas y no en la pieza y sin nadie. Como lo hemos realizado siempre y lo seguimos realizando, al sectarismo y al ultra izquierdismo lo acabaremos con la masificación, y a los revolucionarios de pieza los reeducaremos a través de la militancia.
El militante del Partido Socialista Popular deberá estudiar, organizar y difundir.
¿Qué deberá estudiar? Deberá ESTUDIAR el gran pensamiento socialista de Marx y Engels, ya que el socialismo es una ciencia, por eso se estudia y no se intuye.
El socialismo se practica en la calle, al lado de las masas y no en las piezas. Al estudio de los clásicos del marxismo deberá combinársele el estudio de la realidad nacional. El estudio de la realidad nacional marginado del ideario marxista lleva simplemente a crear vanas salidas como el populismo y el desarrollismo. Solamente la combinación del estudio de la teoría marxista y de la realidad nacional puede crear fecundamente el ideario de un partido auténticamente revolucionario.
Pero además, los compañeros del Partido Socialista Popular se deben ORGANIZAR sobre la base de un mínimo de comunidad ideológica, teniendo tres objetivos centrales e indispensables para la constitución de un partido revolucionario: el trabajo colectivo, el estudio colectivo y la elaboración colectiva.
La militancia revolucionaria presupone un alto nivel organizativo que, en estas tierras dominadas por el imperialismo, permite defender la existencia de la organización y la seguridad de sus integrantes. Jamás debemos olvidar, que así como no hay un partido revolucionario sin teoría revolucionaria, no hay partido revolucionario ni revolución, sin organización revolucionaria.
Por último, los compañeros del Partido Socialista Popular deben, dentro de nuestra trilogía de trabajo, DIFUNDIR en forma permanente nuestros objetivos.
Es preciso entender, qué es la difusión para una organización revolucionaria. Ella debe ser teórica y práctica. La difusión de nuestros principios en la masa no se realiza sólo por el volante y el folleto, ya que no somos una editorial. Además del volante y del folleto, esta difusión debe estar dada por la acción y la agitación de nuestros militantes en el seno de la masa.
A seis años de la dictadura mercenaria que soporta el país, vivimos en el caos económico planificado. Vivimos en un régimen de corrupción, de indignidad, de entrega, de tortura y de secuestros. Pero la resistencia popular contra la dictadura ha determinado que el barco de los mercenarios haga agua y el índice más claro es que las ratas desarrollistas huyen del barco de la dictadura. Estas ratas desarrollistas, y me refiero a Frondizi y Frigerio, estos agentes y comisionistas de los monopolios extranjeros, han cambiado su posición en menos de treinta días, luego de pedir durante seis años la "profundización del proceso revolucionario".
¿Qué era la "profundización del proceso revolucionario”? Era la profundización de la expoliación de la clase trabajadora. Era la profundización de las torturas, los secuestros, las prisiones, la profundización del limitacionismo en las universidades en contra de las posibilidades educacionales de nuestro pueblo, era la profundización de la privatización de la salud pública, era la profundización de la entrega, era la profundización del corporativismo. Esa profundización que pedía el Señor Frondizi se ha transformado de golpe por los designios del imperialismo, en una voz más que se suma al sentir mayoritario de nuestro pueblo, que reclama elecciones libres y sin proscripciones.
Debemos estar alertas y debemos comprender que este giro y esta incorporación del desarrollismo frondizista a un clamor realmente popular, se debe a un designio del imperialismo de dividir a los sectores populares mayoritarios. El imperialismo y la oligarquía vacuna saben que la unidad de las grandes mayorías nacionales en Argentina es su sepultura y por lo tanto el mecanismo que se está viendo en estos días y que toma como agente al desarrollismo, tiende a la división de esos sectores populares para que siga imperando en este país la dependencia y la expoliación de las grandes mayorías nacionales. Hay que tener cuidado, hay que estudiar la realidad. Quien se equivoque será aplastado por la rueda de la historia que no respeta esquemas.
Para cambiar la realidad nacional el Partido Socialista Popular deberá avanzar golpeando a los sectores más retrógrados y acompañando a los sectores populares más progresistas. Nadie debe equivocarse. Será objetivo importante del Partido Socialista Popular mejorar en forma permanente las condiciones subjetivas del pueblo, ganar amigos para la idea de la revolución y ganar militantes para esa revolución.
Nadie debe olvidar lo que sufrió y sufre el país bajo esta dictadura. Nadie debe olvidar, en consecuencia, a los mártires de la resistencia. Las aulas de los primeros años de todas las uni-versidades del país deberán llevar en el futuro, el nombre de aquel mártir estudiante y obrero que fue Santiago Pampillón, no solamente como homenaje, sino con un sentido formativo hacia las próximas generaciones de jóvenes.
Que los jóvenes del futuro pregunten, ¿quién fue Santiago Pampillón? Santiago Pampillón fue un compañero que simboliza a todos los que en la Universidad Nacional, a todos los que en el campo de los trabajadores de la cultura cayeron, fueron torturados, fueron perseguidos por luchar por mayores posibilidades culturales para el pueblo.
Y las calles céntricas de la ciudad deberán llevar el nombre de los mártires de la clase trabajadora, para que quienes por ahí caminan, que jamás consiguieron experimentar la maravillosa sensación del trabajo manual, sepan que lo que están pisando y lo que están mirando, es la obra de los hombres a los que la sociedad capitalista les ofrece como único horizonte, durante todos los días de su existencia, explotación e ignorancia. Ese no es el programa que el socialismo presenta a los trabajadores.
Ante el futuro de corrupción, ante el futuro de drogas, ante el futuro de guerras y de racismos que promete la estúpida sociedad de consumo que se nos impone, el Partido Socialista Popular levanta una futura patria socialista donde el hombre sea el señor de la tierra y el espacio, donde se reconozca como máxima riqueza de la nación a su pueblo y consecuentemente la salud pública y la educación sean los pilares de todo progreso y para que en un ambiente de libertad, de bienestar y de independencia nacional, se condene para siempre a la bohardilla de la historia a la expoliación del hombre por el hombre y de los pueblos por el capital.
Por la libertad, por el bienestar, por una Patria Socialista independiente, Viva Camaradas, el Partido Socialista Popular !!!"
Nosotros venimos a esta conjunción de socialistas no a enseñar; venimos a aprender el socialismo, pero por sobre todo venimos a hacer el socialismo.
La creación del Partido Socialista Popular en Argentina es la respuesta madura, reflexiva, conciente y revolucionaria a la opresión y al vejamen que padece el país debido a la existencia de la dictadura mercenaria y sus mandantes: el imperialismo yanqui y el privilegio nativo. La respuesta de la juventud es la concreción de este Partido Socialista Popular.
El Partido que se crea es Socialista, porque basa su ideología en la obra de aquellos gigantes del pensamiento que descubrieron el mecanismo del capitalismo y las vías de superación. Estos gigantes del pensamiento son Carlos Marx, Federico Engels y sus continuadores. El marxismo no está perimido, lo que está perimido es el imperialismo, lo que está perimido es el capitalismo, derrotado en todos los continentes por la lucha heroica de los pueblos como el de Vietnam.
El Partido que se crea es Popular porque su objetivo central es la organización de la clase trabajadora y de las grandes mayorías nacionales para una lucha sin cuartel contra el imperialismo, contra la oligarquía vacuna y contra el privilegio que es el aliado de la penetración imperialista en esta tierra. El camino y el destino del accionar de este Partido es al lado de las masas, consustanciándose con ellas. Por ello, tengan absoluta conciencia los gorilas de derecha y los seudo gorilas de izquierda, que el Partido Socialista Popular en forma irreversible, jamás se alineará en una nueva Unión Democrática.
Por último debemos entender claramente que lo que se constituye es un partido político, porque como lo dijera Carlos Marx, toda lucha de clases es en definitiva una lucha política. Y enten-demos, y así lo haremos, que la política se hace en la masa y con las masas y no en la pieza y sin nadie. Como lo hemos realizado siempre y lo seguimos realizando, al sectarismo y al ultra izquierdismo lo acabaremos con la masificación, y a los revolucionarios de pieza los reeducaremos a través de la militancia.
El militante del Partido Socialista Popular deberá estudiar, organizar y difundir.
¿Qué deberá estudiar? Deberá ESTUDIAR el gran pensamiento socialista de Marx y Engels, ya que el socialismo es una ciencia, por eso se estudia y no se intuye.
El socialismo se practica en la calle, al lado de las masas y no en las piezas. Al estudio de los clásicos del marxismo deberá combinársele el estudio de la realidad nacional. El estudio de la realidad nacional marginado del ideario marxista lleva simplemente a crear vanas salidas como el populismo y el desarrollismo. Solamente la combinación del estudio de la teoría marxista y de la realidad nacional puede crear fecundamente el ideario de un partido auténticamente revolucionario.
Pero además, los compañeros del Partido Socialista Popular se deben ORGANIZAR sobre la base de un mínimo de comunidad ideológica, teniendo tres objetivos centrales e indispensables para la constitución de un partido revolucionario: el trabajo colectivo, el estudio colectivo y la elaboración colectiva.
La militancia revolucionaria presupone un alto nivel organizativo que, en estas tierras dominadas por el imperialismo, permite defender la existencia de la organización y la seguridad de sus integrantes. Jamás debemos olvidar, que así como no hay un partido revolucionario sin teoría revolucionaria, no hay partido revolucionario ni revolución, sin organización revolucionaria.
Por último, los compañeros del Partido Socialista Popular deben, dentro de nuestra trilogía de trabajo, DIFUNDIR en forma permanente nuestros objetivos.
Es preciso entender, qué es la difusión para una organización revolucionaria. Ella debe ser teórica y práctica. La difusión de nuestros principios en la masa no se realiza sólo por el volante y el folleto, ya que no somos una editorial. Además del volante y del folleto, esta difusión debe estar dada por la acción y la agitación de nuestros militantes en el seno de la masa.
A seis años de la dictadura mercenaria que soporta el país, vivimos en el caos económico planificado. Vivimos en un régimen de corrupción, de indignidad, de entrega, de tortura y de secuestros. Pero la resistencia popular contra la dictadura ha determinado que el barco de los mercenarios haga agua y el índice más claro es que las ratas desarrollistas huyen del barco de la dictadura. Estas ratas desarrollistas, y me refiero a Frondizi y Frigerio, estos agentes y comisionistas de los monopolios extranjeros, han cambiado su posición en menos de treinta días, luego de pedir durante seis años la "profundización del proceso revolucionario".
¿Qué era la "profundización del proceso revolucionario”? Era la profundización de la expoliación de la clase trabajadora. Era la profundización de las torturas, los secuestros, las prisiones, la profundización del limitacionismo en las universidades en contra de las posibilidades educacionales de nuestro pueblo, era la profundización de la privatización de la salud pública, era la profundización de la entrega, era la profundización del corporativismo. Esa profundización que pedía el Señor Frondizi se ha transformado de golpe por los designios del imperialismo, en una voz más que se suma al sentir mayoritario de nuestro pueblo, que reclama elecciones libres y sin proscripciones.
Debemos estar alertas y debemos comprender que este giro y esta incorporación del desarrollismo frondizista a un clamor realmente popular, se debe a un designio del imperialismo de dividir a los sectores populares mayoritarios. El imperialismo y la oligarquía vacuna saben que la unidad de las grandes mayorías nacionales en Argentina es su sepultura y por lo tanto el mecanismo que se está viendo en estos días y que toma como agente al desarrollismo, tiende a la división de esos sectores populares para que siga imperando en este país la dependencia y la expoliación de las grandes mayorías nacionales. Hay que tener cuidado, hay que estudiar la realidad. Quien se equivoque será aplastado por la rueda de la historia que no respeta esquemas.
Para cambiar la realidad nacional el Partido Socialista Popular deberá avanzar golpeando a los sectores más retrógrados y acompañando a los sectores populares más progresistas. Nadie debe equivocarse. Será objetivo importante del Partido Socialista Popular mejorar en forma permanente las condiciones subjetivas del pueblo, ganar amigos para la idea de la revolución y ganar militantes para esa revolución.
Nadie debe olvidar lo que sufrió y sufre el país bajo esta dictadura. Nadie debe olvidar, en consecuencia, a los mártires de la resistencia. Las aulas de los primeros años de todas las uni-versidades del país deberán llevar en el futuro, el nombre de aquel mártir estudiante y obrero que fue Santiago Pampillón, no solamente como homenaje, sino con un sentido formativo hacia las próximas generaciones de jóvenes.
Que los jóvenes del futuro pregunten, ¿quién fue Santiago Pampillón? Santiago Pampillón fue un compañero que simboliza a todos los que en la Universidad Nacional, a todos los que en el campo de los trabajadores de la cultura cayeron, fueron torturados, fueron perseguidos por luchar por mayores posibilidades culturales para el pueblo.
Y las calles céntricas de la ciudad deberán llevar el nombre de los mártires de la clase trabajadora, para que quienes por ahí caminan, que jamás consiguieron experimentar la maravillosa sensación del trabajo manual, sepan que lo que están pisando y lo que están mirando, es la obra de los hombres a los que la sociedad capitalista les ofrece como único horizonte, durante todos los días de su existencia, explotación e ignorancia. Ese no es el programa que el socialismo presenta a los trabajadores.
Ante el futuro de corrupción, ante el futuro de drogas, ante el futuro de guerras y de racismos que promete la estúpida sociedad de consumo que se nos impone, el Partido Socialista Popular levanta una futura patria socialista donde el hombre sea el señor de la tierra y el espacio, donde se reconozca como máxima riqueza de la nación a su pueblo y consecuentemente la salud pública y la educación sean los pilares de todo progreso y para que en un ambiente de libertad, de bienestar y de independencia nacional, se condene para siempre a la bohardilla de la historia a la expoliación del hombre por el hombre y de los pueblos por el capital.
Por la libertad, por el bienestar, por una Patria Socialista independiente, Viva Camaradas, el Partido Socialista Popular !!!"
Guillermo Estévez Boero -23 de Abril de 1972 -